HONG KONG, China.- El incendio más mortífero en décadas dejó a los residentes de Hong Kong conmocionados y en busca de explicaciones. El siniestro, en el complejo de departamentos, donde murieron al menos 146 personas, también ha suscitado dudas sobre la corrupción y la negligencia en las reformas.

Siete de las ocho torres del complejo Wang Fuk Court, en los suburbios del norte de Hong Kong, ardieron velozmente el miércoles pasado. Residentes del complejo, que albergaba a unas 4.800 personas, habían expresado su preocupación por la seguridad.

El mismo miércoles, la policía detuvo a tres hombres de una empresa constructora como sospechosos de homicidio involuntario y negligencia grave. Fueron puestos en libertad bajo fianza, pero luego fueron detenidos por la Comisión Independiente contra la Corrupción (ICAC), según informó la autoridad, señalando su papel de liderazgo en las renovaciones.

La ICAC ya había detenido a siete hombres y una mujer. La policía no identificó a la empresa en la que trabajaban los sospechosos, pero documentos publicados en el sitio web de la asociación de propietarios mostraban que la Prestige Construction & Engineering Company estaba a cargo de las renovaciones. La policía incautó cajas de documentos de la empresa.

Materiales

Las autoridades también dijeron que estaban investigando los materiales utilizados, tanto las redes de los andamios como los paneles de espuma que cubrían las ventanas, y su papel en el incendio.

Incendio fatal en Hong Kong: la cantidad de muertos asciende a 146 y no se descartan más víctimas

Durante casi un año, algunos residentes del complejo Wang Fuk Court habían planteado a las autoridades sus preocupaciones sobre la seguridad de los materiales usados en el andamiaje del proyecto, concretamente sobre la malla de plástico que lo cubría.

El Departamento de Trabajo de Hong Kong confirmó que había recibido dichas quejas y añadió que las autoridades habían llevado a cabo 16 inspecciones del proyecto de renovación de Wang Fuk Court desde julio de 2024 y habían advertido por escrito en múltiples ocasiones a los contratistas que debían garantizar el cumplimiento de los requisitos de seguridad contra incendios.